Ojo de Santa Lucía - Joyas
Llevar el ojo de Santa Lucía aleja el mal de ojo, trae suerte, felicidad y confianza en sí mismo. Y por suerte nuestros colgantes, así como nuestras pulseras, anillos y pendientes también serán una joya perfecta. ¡Dos pájaros de un tiro!
Elija su tipo de joyas para los ojos de Santa Lucía a continuación:
Hay 21 productos.
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Pulsera elástica y ojo...
Pulsera elástica y ojo de santa lucía redondo
engastado en plata 925
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Pulsera con un árbol...
Pulsera con un árbol de la vida de plata y un amuleto de ojo de Santa Lucía
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Colgante cuadrado de...
35,50 €Colgante cuadrado de ojo de Santa Lucía con cinta de perlas en plata
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Pulsera con anillos...
Pulsera con anillos dobles entrelazados de plata y un colgante de ojo de Santa Lucía
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Anillo de plata Ojo de...
65,00 €Anillo de plata Ojo de Santa Lucía y óxido de circonio Forma de fantasía
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Pendientes cuadrados...
31,90 €Pendientes cuadrados de ojo de Santa Lucía con cinta de perlas en plata
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Colgante de plata con...
35,00 €Colgante de plata y ojo de Santa Lucía cuadrado con cierre de cruz de óxido de circonio
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Anillo de plata con...
Anillo de plata 925° con aro de fantasía y ojo ovalado de Santa Lucía
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Anillo de plata ojo de...
30,50 €Anillo con círculo de plata y ojo de Santa Lucía. Anillo con óxido de circonio.
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Pero, ¿qué es el ojo de Santa Lucía?
El ojo de Santa Lucía es originalmente el opérculo de una concha que lleva el nombre de "Turbo rugoso" o "Biou" que se encuentra en ciertas playas del mar Mediterráneo, pero también puede proceder del "Turbo liso" que se encuentra en mares más cálidos (primo del ojo de Santa Lucía mediterráneo). Consta de dos caras, una que dibuja una espiral y la otra coloreada con un color anaranjado o verdoso según el tipo de opérculo.
Los ojos de Santa Lucía, ¡la leyenda!
Una joven llamada Lucie rezó a la Virgen María para obtener la curación de su madre, que padecía una grave enfermedad. Y a fuerza de oraciones se produjo el milagro. En acción de gracias, se dice que se arrancó los ojos y los arrojó al mar para no desviarse de su fe incondicional, que ahora tiene en la Virgen María. Debido a su devoción, la Santísima Virgen María le devolvió la vista y sus hermosos ojos.